(Transferido desde Encyclopaedia Herder.) |
(linkteo) |
||
Línea 3: | Línea 3: | ||
|Nombre=Anatema | |Nombre=Anatema | ||
}} | }} | ||
− | Designa en el Antiguo Testamento el proceso de separar, de poner aparte. Se separan del ámbito profano hombres, animales y objetos, y en virtud de esta selección, quedan reservados para la divinidad, lo que puede implicar una aniquilación o una consagración. La evolución de la palabra ''herem'' disocia sus dos elementos: por un lado, la destrucción y el castigo ante la infidelidad a Yavhé y; por el otro, en la literatura sacerdotal, la consagración a Dios de un ser humano o un objeto. En el Nuevo Testamento la palabra expresa maldición y Pablo la usa para expresar el juicio de Dios sobre los infieles (Gál 1,8s; 1Cor 16,22). En el uso de los [[concilio|concilios]], al anatema es la condena de una proposición juzgada [[herejía|herética]] o sospechosa. | + | Designa en el [[Testamento, Antiguo y Nuevo|Antiguo Testamento]] el proceso de separar, de poner aparte. Se separan del ámbito profano hombres, animales y objetos, y en virtud de esta selección, quedan reservados para la divinidad, lo que puede implicar una aniquilación o una consagración. La evolución de la palabra ''herem'' disocia sus dos elementos: por un lado, la destrucción y el castigo ante la infidelidad a Yavhé y; por el otro, en la literatura sacerdotal, la consagración a [[Dios|Dios]] de un ser humano o un objeto. En el Nuevo Testamento la palabra expresa maldición y Pablo la usa para expresar el juicio de Dios sobre los infieles (Gál 1,8s; 1Cor 16,22). En el uso de los [[concilio|concilios]], al anatema es la condena de una proposición juzgada [[herejía|herética]] o sospechosa. |
{{ImagenPrincipal}} | {{ImagenPrincipal}} | ||
{{Etiqueta | {{Etiqueta |
Última revisión de 10:59 24 oct 2016
Designa en el Antiguo Testamento el proceso de separar, de poner aparte. Se separan del ámbito profano hombres, animales y objetos, y en virtud de esta selección, quedan reservados para la divinidad, lo que puede implicar una aniquilación o una consagración. La evolución de la palabra herem disocia sus dos elementos: por un lado, la destrucción y el castigo ante la infidelidad a Yavhé y; por el otro, en la literatura sacerdotal, la consagración a Dios de un ser humano o un objeto. En el Nuevo Testamento la palabra expresa maldición y Pablo la usa para expresar el juicio de Dios sobre los infieles (Gál 1,8s; 1Cor 16,22). En el uso de los concilios, al anatema es la condena de una proposición juzgada herética o sospechosa.